—Son lobos —el rostro de Gu Yao cambió—. Los lobos siempre aparecen en manadas, apresurémonos... Aunque ya estaban al pie de la montaña, nadie podía asegurar que los lobos no bajarían. Hace años, hubo un incidente donde un niño fue devorado por lobos que habían descendido de las montañas.
Gu Yao no había ocultado su presencia en el pueblo desde el principio. De hecho, cuando le preguntaron anteriormente qué estaba haciendo allí, incluso dio una respuesta. Por lo tanto, cuando un grupo de jóvenes fue visto bajando una gran criatura de la montaña, inmediatamente enviaron ondas de choque a través de todo el pueblo.
Todo el mundo sabía que el segundo hijo de la Familia Gu era hábil cazando. A menudo lo habían visto regresar con pollos salvajes y cabras de montaña, pero nadie esperaba que esta vez volviera con un Oso Negro. Esa criatura era bastante valiosa.
