```
La mente de Mo Yan corría con todo tipo de conjeturas en un abrir y cerrar de ojos, cada una imposible de aceptar para él.
El satisfecho Maomao, que había estado cerrando los ojos y disfrutando de las caricias, picoteó su mano en frustración, señalándole que se concentrara.
Xiao Ruiyuan volvió en sí, su aliento se enfrió mientras apartaba a Maomao. Tratando de consolarse o por alguna otra razón, se inventó una excusa digna de por qué Mo Yan no había respondido a su carta: "Debe haber sido retrasada por algo importante y no tuvo tiempo de responder. Solo vuelve ahora, y si no hay respuesta, no te molestes en volver".
El pobre Maomao había sido objeto del enojo de su maestro. Dejó escapar un desagradable grito agudo, ya que venía a quejarse, no a ser regañado.