—Segundo Tío, Tía Segunda, la abuela ha instruido que después de terminar su trabajo, no se vayan todavía. Vengan a su habitación, tiene otros asuntos que explicar —dijo la señora Zhou con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. La situación se había desarrollado más allá de su control, pero con la anciana completamente encantada por su pequeño nieto, se encontraba impotente. Incluso si las cosas no salían bien, al menos podía disfrutar del espectáculo.
En el pasado, la gente de la segunda casa se iba directamente después de completar sus tareas. Se preguntaban qué giro de eventos había ocurrido esta vez, pero ya que la anciana tenía instrucciones para ellos, no podían desafiarla.
—Madre, nos has pedido que nos quedemos. ¿Tienes algo que explicar? —Han Jincai conocía bien a su madre biológica; a menos que hubiera un problema, era poco probable que quisiera verlo.
