Las invitadas eran las hermanas biológicas de la señora Yang, quienes se habían casado en el Pueblo Xiaoxi, lejos de la Aldea de Xinhe. A pesar de la inconveniencia de viajar, el afecto entre las hermanas aseguraba que estuvieran frecuentemente en contacto mediante cartas. Fue inesperado que de repente llegaran a la Aldea de Xinhe, trayendo consigo a una delicada prima pequeña, que afectuosamente llamaba a Han Yu 'Primo Yu' una y otra vez, para disgusto de Su Wenyue. Su Wenyue se burló; nada era más molesto que esas primas. Durante su tiempo en la mansión, a menudo se había irritado por las primas de los invitados, y hasta la siniestra y dúplice Señora perdía su compostura al mencionar a ciertas primas, luchando por mantener su usual pretensión de amabilidad, un testimonio del poder destructivo de las primas.