—Su Wenyue siempre había mantenido un ojo en los movimientos de Chen Li, y no pasó mucho tiempo antes de que las noticias de los percances de Chen Li llegaran a los oídos de Su Wenyue —una sonrisa se curvó en las comisuras de sus labios. En su vida pasada, la Noble Consorte Li salía con la suya en todo, lo que la hacía demasiado confiada e incapaz de aceptar el fracaso. Esta vez, había hecho el ridículo.
—En su vida anterior, Chen Li en efecto tuvo éxito a pesar de las dificultades iniciales. Gradualmente, a través de su dedicada gestión, Chen Li convirtió pérdidas en ganancias y finalmente abrió el mercado, demostrando que tenía algunas habilidades reales. Desafortunadamente, esta vez con la interferencia de Su Wenyue, Chen Li solo podía admitir la derrota.
