—Entonces, ¿exactamente qué le mandaste a hacer? —Han Yu ya había adivinado bastante cerca de la verdad, pero estaba dispuesto a complacer el pequeño triunfo de su nuera, así que preguntó muy obediente.
—Le mandé a comprar un Zhuangzi, e hizo todo simulando ser un comerciante desconocido. Está fuera de la prefectura, en un lado diferente de nuestros Zhuangzis, y aun en carruaje, está casi a dos horas de distancia. Nadie puede conectar este Zhuangzi ni con la Familia Han ni con la Familia Su. Organizé que Zhai Li y los demás se quedaran allí. ¿Qué te parece, bastante previsor de mi parte, no? —Su Wenyue dijo con una sonrisa jubilosa, su orgullo era inconfundible en su rostro.