La promoción de Han Yu fue una ocasión alegre, y cada sirviente en la casa rebosaba de felicidad. Sin embargo, pronto surgieron problemas, ya que era inevitable recibir invitados para celebrar la promoción. Su Wenyue, casi cinco meses embarazada y esperando gemelos, era alguien a quien Han Yu no quería sobrecargar, así que confió los arreglos del banquete a la Tía Li y la Abuela Chen. Su Wenyue, aunque confiaba en sus habilidades, todavía se preocupaba por posibles descuidos y asumía el trabajo ella misma siempre que tenía energía.
Al ver que Su Wenyue insistía, y en estos días su náusea matutina había disminuido, ella comía y dormía bien, y parecía mucho más enérgica. Además, era cuidadosa de no exigirse demasiado, por lo que Han Yu no la detuvo. Una nuera con la habilidad de manejar asuntos era naturalmente más meticulosa y confiable que los sirvientes.