—Han Yu no quería decepcionar a su nuera cuando llegara el momento, así que hizo que Su Wenyue hiciera preparativos mentales con anticipación —dijo él—. En cuanto a Feng Susu, vería si era una buena persona o no. Después de haberla conocido solo dos veces, y tener a su nuera tan preocupada e incluso queriendo llevarla a casa, si Feng se atrevía a usar a su nuera o jugarretas con ella, no debería culparlo por ser descortés. Con su capacidad actual, aunque no podía hacer un movimiento demasiado grande, todavía era muy fácil hacer desaparecer a una mujer sin un trasfondo importante.
Sin embargo, todos estos eran solo pensamientos en la mente de Han Yu, y no había dejado que Su Wenyue lo supiera. Estos asuntos oscuros eran mejor manejados por él solo; su nuera solo necesitaba pasar sus días felizmente. Él la apoyaría y protegería dentro de su reino —pensó Han Yu.