—Señorita, ¡la gente de la Familia Jiang ha llegado! —Xiao Xi siempre prestaba atención a los movimientos de los miembros de la Familia Jiang y apresuradamente reportó su llegada.
Su Wenyue ya se había levantado y arreglado para ese momento. Al escuchar a Xiao Xi decir que los miembros de la Familia Jiang habían llegado, se mantuvo tranquila y sentada, lo que en los ojos de Xiao Xi, parecía demasiado compuesta.
—¡Esposa de Han Yu, sal aquí, mujer desalmada! ¿Qué le ha hecho nuestra Chunlan a ti? Ya fue bastante malo que le robaras el 'esposo', pero ahora también la has dejado en tal estado. Si no nos das una explicación, no nos culpes por ser groseros! —Yang Juxiang gritó desde afuera, sintiéndose muy confiada con tantas personas apoyándola, lanzaba sus acusaciones a voz en cuello.
—Xiao Xi, ve a ver qué mujer sinvergüenza está afuera haciendo esos ruidos espantosos —dijo Su Wenyue, su voz no muy alta, pero lo suficientemente fuerte para que la gente de afuera escuchara.