—Chunlan, ¿no estarás tramando algo otra vez, verdad? Te lo he dicho, deja de provocar a Su Wenyue. Por no mencionar que la familia de Su Wenyue es formidable, sus propias habilidades son impresionantes. La señora Wang es astuta y fuerte y hasta ella ha sufrido pérdidas a manos de Su Wenyue. Solo mira, todos estos días hemos estado tendiendo trampas y causándole problemas, pero ¿cuándo ha salido ella perdiendo? Al contrario, somos nosotros los que no hemos sacado ninguna ventaja. Incluso tu tía ahora tiene quejas contra nosotros. Por favor, ¡no cometas otro error tonto!
Yang Juxiang temía que su hija hubiera causado problemas de nuevo y la advirtió severamente. No es que realmente respetara a Su Wenyue, pero Yang Juxiang ciertamente conocía sus límites. Incluso con una cara dura, entendía lo que se podía hacer y lo que no.