Residencia Yan.
Cuando Yan Wenbin escuchó que Yan Yishuang había regresado sola, inmediatamente fue a su patio.
—Hermana mayor y los demás aún no han vuelto, ¿cómo es que has vuelto tú sola? —Tan pronto como Yan Wenbin entró a la habitación y preguntó, vio que Yan Yishuang no hablaba, y al mirar más de cerca, notó que su nariz y ojos estaban rojos, mostrando claramente que había estado llorando, lo que inmediatamente le hizo fruncir el ceño.
—¿Qué has hecho ahora? —Yan Yishuang estalló en ira cuando escuchó estas palabras acusatorias —Quinto hermano, ¿estás tan ciego que no ves que he sido acosada? —Dicho esto, se tumbó sobre la mesa y empezó a sollozar.
Yan Wenbin observó en silencio y no habló para consolarla hasta que Yan Yishuang se calmó gradualmente, entonces él habló suavemente.
