La Tumba Antigua cubría una amplia área.
Ocupaba más de dos mil metros cuadrados, exudando un fuerte sentido de antigüedad, y estaba rodeada por banderas rojas formando un cuadrado.
Perfectamente cuadrado.
Tang Shu contempló la forma exterior de la tumba, echó un vistazo al personal de acompañamiento que estaba montando el campamento, y subió por la escalinata de piedra que llevaba bajo tierra.
Ya era mediodía cuando llegaron, y entre el equipo de una docena de personas, dos ya estaban sufriendo seriamente de mal de altura. Habían encontrado un espacio abierto para descansar temporalmente con bolsas de oxígeno.
Zheng Anhe lideraba a los demás estudiantes varones montando las tiendas de campaña, mirando con envidia al escuchar la conmoción aquí.
—Yo también quiero bajar a la tumba —dijo uno.
—Se dice que la era exacta de la Tumba Antigua aún no se ha determinado, se siente un tanto misteriosa —comentó otro.
