—¿Qué clase de jugada es esta? —preguntó uno de los espectadores con incredulidad.
—¡Jajaja! Este presentador es tan raro, realmente aleja a los espectadores —comentó otro, burlón.
—Qué revelación, ¿es fácil obtener tráfico en la transmisión en vivo? Presentador, ¿estás envenenado o algo así, por qué publicar videos ahora? ¿Crees que todos tienen dos o tres teléfonos? —indagó un tercero con sarcasmo.
—¡Exacto! Ir a ver el video significa salir de la transmisión en vivo, y así, un tercio del tráfico ha desaparecido, ¡me ha asustado hasta la muerte! —exclamó un cuarto usuario, alarmado.
—De tres millones de espectadores en línea desplomándose a dos millones, desde otro punto de vista, ¡la influencia del presentador es sin precedentes! —reflexionó otro, buscando el lado positivo.
Y para los espectadores habituales...
—¿Cuál es el alboroto? Esta es la operación estándar del Tío —aseguró uno con total confianza.