—Deberías saber que, aunque hay varias academias en Damo, nunca antes habían admitido estudiantes mujeres.
—Las damas conocidas de familias prestigiosas en la ciudad capital siempre invitan a maestras para recibir clases en casa, y Tang Shu no es la excepción.
—Había unas pocas chicas de las ramas secundarias de la Secta Tang que asistían a clases con ella, pero debido a su estatus de Joven Maestra, la mayoría actuaban con mucha deferencia y no se atrevían a acercarse.
—Ella apenas tenía amigas con quienes intercambiar pañuelos, y mucho menos estudiantes hombres. Para ella, tales criaturas básicamente no existían.
—Hola, compañero, ¿necesitas algo?
—De cerca, los estudiantes hombres frente a Tang Shu no podían evitar gritar internamente "ahhh" mientras miraban su rostro lleno de colágeno.
—Ser una celebridad es un trabajo glamuroso, y rara vez interactúan con extraños. Lo que todos suelen ver es solo el rostro bajo el delicado maquillaje en la pantalla.