Tang Shu se quedó quieta, sin decir una palabra, y solo parpadeó bajo la mirada de todos los que la observaban.
Ke Jiazhao inmediatamente negó con la cabeza —¡Definitivamente no es ella!
—¿Por qué no? ¿Tienes alguna prueba? —Wang Zhan no dejaría pasar ninguna oportunidad para probar su inocencia.
—¡Justamente porque fuiste a señalarla con el dedo!
—Exactamente, exactamente, solo quieres escapar de nuestras acusaciones, estás protegiendo a Chen Xin.
—Además, mírenla a Tang Shu, sin decir una palabra así, con esos ojos. ¿Les parece una mala persona?
Wang Zhan: "..."
—¿¡Qué clase de razones son estas?!
Wang Zhan se sentía tan ansioso en su corazón; como aquel que había sacado la identidad de terrateniente, había estado esperando que su colega se contactara con él, pero la espera fue en vano.
Por supuesto, tampoco había encontrado la señal de contacto.
