El líder intentó agarrar la mano del chico, pero no consiguió nada.
—Oye, ¿intentas meterte en los asuntos de los demás?
Después de detener sus acciones, los jóvenes tatuados se dieron cuenta de que la persona que no podía ignorar la injusticia era una joven chica.
Y no cualquier chica, sino una con un alto nivel de atractivo, curvas en todos los lugares correctos y una excelente figura.
Los hombres inmediatamente se sintieron cómodos, quedándose quietos y mirándola con curiosidad en sus ojos.
Esa mirada era como si estuvieran observando a un cordero listo para el matadero.
Una mera niñita, él podría derribarla fácilmente con solo un dedo, no representaba ninguna amenaza.
Además... esta chica, era bastante guapa.
Las hermosas cejas de Tang Shu se fruncieron involuntariamente mientras daba unos pasos atrás, aumentando la distancia entre ellos.
—¿Por qué lo estás golpeando? —Luego, giró la cabeza para mirar al chico aún atontado detrás de ella—. ¿Causaste problemas?
