Viernes, tarde.
Después de la última clase, Tang Shu se dirigió directamente al edificio de oficinas.
—Profesora Chen, vengo a solicitar permiso.
—¿Solicitar permiso otra vez? —La profesora Chen ya se había familiarizado con la cara de Tang Shu.
Había enseñado a los estudiantes de primer año dos clases especializadas por semana, y todos le habían dejado una profunda impresión.
Tenía la intención de reprimir un poco a Tang Shu, pero no se esperaba que la base de esta estudiante fuera sólida, respondiendo fluidamente a cualquier pregunta que le hiciera.
Pero eso no significaba que pudiera tomar permisos a voluntad, tratando a la escuela como si pudiera entrar y salir a su antojo.
A ella le gustaban los buenos estudiantes.
Pero no le gustaban los estudiantes ciegamente arrogantes.