Wang Zheng sacó su teléfono, hizo clic en un video y se lo acercó a sus ojos.
Y la escena que se reproducía era, sin lugar a dudas, aquella en la que fue manoseada por un inversor en una fiesta.
El rostro de Mu Ziwei se volvió instantáneamente cenizo.
—Tú... tú...
—Señorita Mu, ¿le resulta familiar esta escena? ¿Qué tal esta otra? —Con un desliz de su dedo, Wang Zheng cambió el video. Al instante siguiente, comenzó a reproducirse otra escena desagradable. El protagonista masculino no era el mismo que antes, pero la protagonista femenina no había sido reemplazada.
Esta vez, Mu Ziwei supo que su secreto más grande había sido descubierto por Wang Zheng sin que él dijera una palabra.
¡Él estaba usando su pasado para amenazarla!
Viendo el pánico reflejado en su rostro, Wang Zheng rió otra vez —¿Qué tal? Señorita Mu, ¿quiere seguir viendo? Tengo muchos más videos como este, no se preocupe, acabo de actualizar mi teléfono y la memoria es más que suficiente.