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Al pensar en el tío Jing, que recién había sido increíblemente entusiasta con ella, Tang Shu se volvió de repente incierta: de hecho, él guardaba un ligero parecido con Jing Yu.
Bueno, ¿no es eso una coincidencia?
—¿Pequeño Yu ha vuelto? ¿Conoces a Xiao Shu? —Jing Yu apartó la mirada y continuó suavemente la conversación.
—Papá, Xiao Shu y yo somos amigos.
El padre Jing se sorprendió mucho y observó a los dos jóvenes por un momento:
— ¿Qué coincidencia, verdad? ¿Cómo se conocieron ustedes dos?
—Xiao Shu es estudiante del profesor Yu y también conoce al abuelo.
Al oír esto, el padre Jing se asombró aún más y miró a Tang Shu con una sensación de asombro.
—Así que tú eres la distinguida estudiante del maestro Yu, Xiao Shu. Has estudiado medicina tradicional —suspiró con nostalgia después de hablar—. Ese mocoso Tang Feng, de hecho, le gustaba jugar con hierbas medicinales; ¡parece que le pasó ese talento a su propia hija!
