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La preocupación por la posición de profesor asistente en lo del Profesor Yu no estaba limitada solo a Meng Yunyun.
Después de salir del edificio de oficinas de Empresa Du con una expresión seria, Du An miró hacia el café y localizó con precisión a Xu Qianyu.
—¿Lo de siempre, un latte americano? —En el café, habiendo notado la frustración entre sus cejas, ella tomó la iniciativa de encargarse del pedido.
—Mm. —Du An respondió con una palabra, sus pensamientos aún en la reunión que acababa de terminar.
Vestida con atuendo profesional, Xu Qianyu se giró hacia el camarero que esperaba al lado al oír su respuesta.
—Por favor, un cappuccino, un latte americano y... también traiga dos bistecs.
—Por supuesto, espere un momento.
En ese momento, Du An levantó la vista hacia ella y dijo —No tengo hambre.
—No es que no tengas hambre es que no puedes comer. Ya he preguntado a Xiao Shen, y él dijo que no almorzaste en absoluto.
