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La sede de Farmacéutica Cloudscape ocupa una vasta área, y su enorme laboratorio destaca en la capital, donde cada pulgada de terreno es increíblemente valiosa.
Cualquiera que pase no puede evitar maravillarse con la riqueza y el poder del dueño.
Con su arquitectura que parece extremadamente moderna desde el exterior, no existe ninguna de la monotonía típica de los edificios de fábricas. Los arquitectos detrás de ella deben estar realmente a la vanguardia de la moda.
Jing Yu alzó la vista al jardín, donde las hojas de arce amarillas eran arrastradas por el viento del norte, y entró directamente en el edificio más cercano.
Una vez que los dos entraron, el calor del vestíbulo los golpeó, creando un mundo completamente diferente al del aullante viento exterior.
—Buenos días, Presidente Jing —saludaron los empleados.
—Hmm —respondió él.
—¿Presidente Jing, ha llegado? —preguntó otro empleado.
—Hmm —confirmó.
