Luo Qiao y los demás también sonrieron y saludaron antes de dirigirse a casa.
Antes de llegar a casa, escucharon la voz de la Prima Joven Luo Jiayue —Finalmente han vuelto. Es realmente malo salir a divertirse sin invitarme.
Luo Qiao dijo —Hace unos días, ¿no dijo tu mamá que te habías inscrito en clases de arte y que tenías clases estos últimos días? Por eso no te llamé.
Luo Jiayue respondió —Si hubiera sabido que iban a salir a divertirse, podría haberme saltado la clase de arte.
No bien había terminado de hablar cuando escucharon la voz de la Tía Gu Hongjuan —Conociendo tu carácter, por eso mismo tu prima no te llamó. ¿Y ahora te quejas? Pagué por esas lecciones, y tú eras quien rogaba aprender. Si no te mantienes en ello, solo espera y verás.
Luo Jiayue hizo un puchero y llamó al patio —Papá, más te vale salir a salvarme.
Luo Haoqing se rió desde el patio —Hija, ahora sí te acuerdas de mí.