Por causa de su pierna, la mayoría de las colegas femeninas de la unidad solían tener cuidado con él, pero ahora que la pierna de Lu Yichen había sanado, muchas habían comenzado a interesarse por él. No pasó mucho tiempo antes de que alguien se le acercara.
Un día, poco después de que llegó a la unidad, la Tía Cao del departamento de registro civil fue a buscarlo —Pequeño Lu, ¿estás ocupado?
—Tía Cao, ¿a qué viene?
—Pequeño Lu, ya no eres un niño; es hora de sentar cabeza. ¿Qué te parece si te presento a alguien?
Tan pronto como Lu Yichen oyó la intención de la Tía Cao, dijo —Tía Cao, no hay necesidad de que te tomes la molestia con esto. Ya tengo a alguien en mi corazón, aunque aún no la he conquistado. Pero de todos modos, gracias.
La Tía Cao se rió —Oh, ¿es así? Entonces es una lástima. Bueno, Pequeño Lu, será mejor que pongas un poco más de empeño. Todos estamos deseando celebrar tu boda.
Lu Yichen sonrió —Está bien, serás la primera en saber si hay alguna noticia.
