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Mianmian estaba ajena al hecho de que la opinión pública en línea se había revertido por completo; se estaba divirtiendo montando a caballo con Chu Ye.
Bai Yun era un caballo grande y, con sus brazos y piernas delgados, comenzó a sentirse incómoda después de montar un rato, así que encontró que montar un poni era lo más cómodo.
Al ver a Mianmian en un poni, Bai Yun se enojó, quedándose quieto en la sabana, pateando el suelo y resoplando fuerte.
Los hermanos Su se reunieron alrededor de Bai Yun, todos ansiosos por tener una oportunidad de montar el gran caballo.
—Hermano, si inscribimos a Bai Yun en una carrera de caballos, podríamos hacer una fortuna —dijo Su Chenfei alegremente.
—Nuestra familia ya hace una fortuna; dejemos algunas oportunidades para los demás —miró de reojo a su hermano menor Su Chenjin.
Su Chenfei se rascó la cabeza y simplemente se rió.
