La nueva tarea que Cui Yu asignó tenía a Mianmian muy ocupada.
Estaba ocupada con la papiroflexia, o mejor dicho, la artesanía con papel.
Hace ya mil años, para despedir a los difuntos de forma más pacífica, era necesario encargar a un Artesano de Papel. Ellos creaban réplicas de papel de objetos familiares como carruajes y ropa que la persona fallecida había llevado. Para un asunto más grandioso, representaciones en papel de jóvenes sirvientes y varios criados y sirvientas se quemaban en los funerales para acompañar al difunto.