Habiéndola llamado así durante tanto tiempo, se sentía bastante impotente y ya no tenía el deseo de corregirlos.
Con Pequeño Bebé, siempre lindo e inocente, esperaba genuinamente que él fuera el primero en llamarla Hermana Qingluo.
—Xuan'er, sé bueno, llámala Hermana Qingluo.
Ella pellizcó un pequeño trozo de camote seco, tentando al Pequeño Bebé, —Llámala Hermana Qingluo, y ella te dará camote seco.
—La, La, Hermana.
Pequeño Bebé era demasiado joven para pronunciar las palabras claramente, los sonidos temblorosos que emitía tenían una voz suave y lechosa que hacía temblar los corazones de las personas.
—No La La, sigue a tu hermana, Qing, Luo, Qing, Luo.
Su Qingluo pellizcó juguetonamente las tiernas mejillas del Pequeño Bebé, continuando sacudiendo el camote seco, enseñándole incansablemente.
—La La.
Impotente, el Pequeño Bebé no pudo aprenderlo de inmediato y solo podía repetir los mismos sonidos una y otra vez.