—Vamos también a la casa del Clan Su —Lin Jinlong y Lin Jinpeng sintieron un salto de alegría en sus corazones, y se susurraron el uno al otro con las cabezas juntas.
—Muy bien, vayan todos y diviértanse —El Segundo Tío Lin parecía divertido y contento—. Jinyun, tú también ve. No es necesario que me acompañes aquí. Voy a charlar con tu tío por un rato.
—Sí, Padre —Lin Jinyun, al ser un poco mayor, era más estable en comparación con los dos niños más jóvenes. Aunque emocionado, su rostro apuesto no demostraba ningún indicio de ello.
—¿Saben cómo llegar a la casa del Clan Su? —Lin Xiaoyang miró a los tres niños, que parecían potros desbocados a punto de correr hacia el bosque en busca de diversión salvaje. No pudo evitar sacudir la cabeza entre risas.
—Sí, ya hemos pedido indicaciones —Los tres jóvenes respondieron al unísono, sus pies parecían pisar ruedas de viento y fuego mientras corrían en una nube de polvo.