—Viejo Fang, será mejor que busques refugio en tu gimnasio primero y traigas a la Señorita Li contigo —pidió Gong Panli.
—Ji ji ji —Maestro, no dejes que el Pequeño Ginseng sea comido.
Li Chunhua dio una palmada al brazalete de hierba en su muñeca.
—No necesitas preocuparte por mí. Aunque soy mayor, mis habilidades no están oxidadas. Al contrario, con la mayoría de los usuarios de habilidades en conflicto contigo, esas personas aprovecharán la oportunidad para hacerte daño. Será mejor que traigas a esta chica como tu guardaespaldas —el Señor Fang empujó a Li Chunhua.
—Tío, allí arriba es peligroso. ¿Por qué no se queda el Caballero Gong... aquí? —A Li Chunhua no le gustaba esa idea.
—Este muchacho es terco. Incluso si lo detengo, probablemente aún irá. Chica, vigila a este muchacho, y más tarde te prepararé un banquete —el Señor Fang se inclinó y susurró al oído de Li Chunhua.
¿Prepararme un banquete?
(❀˵★ω★)
¡Apúntame!
¡El tío se vuelve más y más guapo!