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Un pequeño barco había chocado con su costa después de que ocurriera una tormenta de fuego que lo llevó lejos y llevaba varias cajas de piedras.
Las anteriores sacerdotisas antes de ella habían estado estudiando el círculo de invocación mágica durante generaciones desde la calamidad, pero cada vez sin éxito hasta ayer.
La sala de calderas era simplemente un espacio donde el agua se lleva a ebullición. El vapor era transmitido a una sala de motores separada ubicada en la habitación contigua a través de una chimenea de conexión (un conducto para humo y gases), donde se utilizaba para alimentar la embarcación.
Y con un barco de hielo tan grande que pesaba más que el barco de carga con casi la carga completa, una sola caldera no sería suficiente.
