—¿Viva? —Evelyn aspiró un respiro agudo, su corazón latiendo descontroladamente. Lágrimas se formaron en las esquinas de sus ojos, el pensamiento de verla de nuevo abrumaba su mente. ¿Y si confundieron a alguien más por ella? El miedo inundó su pecho, pero Damien nunca podría estar equivocado.
—Ronan y Damien ya están allí. Él preguntó si querías volar —preguntó Zevian, comprendiendo las preocupaciones de Damien. Parecía que había algo más en lo que él les había dicho, algo que podría herir aún más a Evelyn, y la sutil advertencia les asustaba. Justo cuando ella finalmente sonreía en medio del desastre, aquí estaba otro de los crueles giros del destino, listo para arrebatárselo.
—¡Sí-sí! —Evelyn respondió con voz temblorosa.
Zevian asintió y miró a Juan, quien ya había regresado, alertado por los hombres de Damien sobre esta nueva misión. Rita, también, parecía preocupada por Evelyn, insegura de cómo estaba manejando la situación.