—Elias miró a Evelyn horrorizado, un escalofrío recorrió su espina dorsal. Entonces, ¿Annabelle seguía viva? Pero, ¿cómo?
—Zevian también miró a su esposa confundido. No había manera de que Annabelle siguiera viva. Ya lo habían confirmado muchas veces. Sus labios se curvaron lentamente en una sonrisa sutil, entendiendo lo que Evelyn intentaba hacer. Un brillo peligroso iluminó sus ojos. Ella los estaba distrayendo hacia un callejón sin salida, haciéndolos correr tras pistas falsas mientras cavaban más profundo en el lío en el que Sophia había envuelto a esta familia.
—Elias miró a su hermana, su rostro palideciendo, sus manos temblaban ligeramente como si quisiera hacer algo—cualquier cosa—pero sintió la garganta seca.
—¿Qué tonterías estás diciendo? —frunció el ceño, su frustración mezclada con miedo. ¡Debía estar engañándolo! Estaba seguro, pero sus próximas palabras lo hicieron dudar mucho.