Benjamín carraspeó, sintiéndose el más avergonzado del grupo. Mientras que las jóvenes a su alrededor no podían contener sus chillidos como si estuvieran viendo a su ídolo favorito, el personal masculino no podía evitar compararse con el dios griego en la pantalla. ¡Honestamente, parecía estar fuera de su liga!
—E-Eh... Vamos a tomar un descanso —dijo Benjamín, levantándose. El mayordomo avanzó para escoltar a su amo hasta la sala de té, mientras todo el personal concentraba su atención en Evelyn.
Rápidamente, Evelyn desconectó su teléfono de la pantalla, se levantó apresuradamente y salió corriendo de la mansión. Rita corrió tras ella pero se detuvo a distancia cuando Evelyn se giró y la miró con furia. No era precisamente culpa de Rita, pero Evelyn sentía ganas de cavar un hoyo para esconderse.