Todos se levantaron de sus asientos y miraron con asombro el certificado en la mano de Damien. La atmósfera en la habitación se tensó, y la audacia de Damien dejó a todos estupefactos.
Jonathan fue el primero en reaccionar, su rostro enrojecido de ira mientras se dirigía hacia Damien y le arrebataba el certificado de su mano. Sus ojos se abrieron de incredulidad al mirar la foto alterada y leer los nombres impresos en negrita: Damien Velanti y Natalie Reinado.
—¿Qué es esto? —La voz de Jonathan retumbó en la habitación. Miraba furiosamente a Damien, su comportamiento lo frustraba aún más.
—Es exactamente lo que parece —respondió Damien en un tono serio.