—¡Dios mío! —El grito de Riya atravesó el bar, haciendo que los clientes se giraran hacia ellas. Se viró hacia la cocina y gritó:
— ¡Mamá! ¡Grace se casó! ¡Trajo a su guapo esposo!
Evelyn sintió sus mejillas arder de un rojo carmesí. Ya fuera por el dramático anuncio de Riya o por la forma en que las manos de Zevian la mantenían cerca, su corazón latía desenfrenadamente. Levantó la vista hacia él, y su entrañable y cálida sonrisa hizo que las mariposas danzaran en su estómago.
Una mujer mayor emergió de la cocina, su rostro se iluminó al ver a Evelyn.
—Vayan, preparen sus asientos en el cuarto privado —instruyó Bobby a sus hijos. Notando la mirada persistente de Ryan hacia Zevian, rápidamente hizo un gesto para que Riya lo llevara lejos.