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Todas las carretas grandes y pequeñas estaban llenas hasta el borde, y muchos trabajadores fuertes llevaban varas al hombro con canastas de bambú o sacos de cáñamo llenos de grano en ambos extremos.
Algunas mujeres robustas y poderosas también iban, llevando varas al hombro sobre sus hombros.
A continuación, Wang Zhengguo organizó que algunos de los ancianos y niños medio crecidos condujeran las carretas. Básicamente, todos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, participaban en este esfuerzo. La escena era tan espectacular que fue una revelación para Feng Qingxue, quien nunca había visto algo así antes.
El entusiasmo de todos los involucrados desconcertó a Feng Qingxue. Tanto si llevaban varas al hombro como si conducían carretas, todos tenían que caminar sobre sus propias dos piernas, lo cual era sin duda un trabajo duro.
