Tía Feng se golpeó el muslo —¡Genial, todavía tenemos algo de relleno de algodón sobrante. La tela tanto para la funda del edredón como para el interior es muy oportuna, ¡podemos hacer otro edredón!
—Mamá, ¿no sería eso inapropiado? Si regalas un edredón con la funda y el interior incluidos, y la tía de Qingxue ya ha regalado uno, y nosotros añadimos este encima, ¿no harían un total de tres edredones? ¿No deberían venir en pares? —Ma Haiyan, la nuera de Tía Feng, dudó un poco. Sin embargo, la tela de pana para la funda del edredón era mucho más superior que la de algodón áspero con grandes flores que su suegra había dado, por lo que parecía mucho más grandioso.
—¿No regaló también un edredón de toalla el líder Lu Jiang? ¡Un edredón de toalla sigue siendo un edredón!
