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En comparación con su hermano menor, Lu Tianjun era más inteligente y mundano. Iba a cumplir trece años después de su cumpleaños y, en los viejos tiempos, esa ya no se consideraba edad de niño. A esto se sumaba que era el nieto mayor, destinado a asumir mayores responsabilidades. Por lo tanto, durante el último medio año, el Padre Lu le había estado explicando meticulosamente la mayoría de los asuntos del hogar, educándolo para entender el mundo exterior y no dejarse confundir por opiniones ajenas.
El Padre Lu inicialmente no le contó a Tianjun sobre la codicia de Wang Jiao por Lu Jiang, ya que era, admitámoslo, vergonzoso. Sin embargo, por coincidencia, Tianjun llegó a casa el día de la visita de Wang Jiao y escuchó todo desde detrás del cobertizo del buey.
Así que, el Padre Lu le contó sobre ello, incluyendo su evaluación de Wang Jiao.
Ella era sin principios y sin escrúpulos, con un carácter gravemente deficiente.
