Con sus preocupaciones desaparecidas, Lu Jiang se mostraba más exuberante que nunca.
Mientras tomaba sus palillos, Zhao Yong notó el reloj en su muñeca y exclamó:
—¿Tienes un reloj nuevo? Este no es barato. ¿Cuándo lo compraste? Nunca te lo había visto antes.
Mirando el reloj en su mano, Lu Jiang sonrió de oreja a oreja, su rostro estaba lleno de ternura, —Mi novia me lo regaló —dijo orgulloso.
Guo Xiuying miró, reconoció la marca del reloj y recordó el precio. —¿Oh? Entonces, ¿tu novia proviene de una familia acomodada? Pero oí de tu hermano Yong que según el informe que presentaste, tu novia parecía ser la hija de un campesino pobre. Parecía que sus padres habían muerto y ahora está cuidando a su hermana menor —dijo.
Bajo tales circunstancias, la vida debería ser bastante difícil. ¿De dónde salió el dinero para comprar el reloj? Especialmente siendo una importación tan cara.
Lu Jiang volvió a la realidad y rápidamente aclaró: