Esta vez, Gu Yundong no despertó a su hermano que dormía profundamente abrazando su estómago. Salió en silencio.
El resplandor de la luna seguía siendo tan brillante como el día anterior, iluminando todo el patio.
Tan pronto como Gu Yundong abrió la puerta de la sala central, vio cuatro sombras negras en medio del patio. Miró más de cerca y se dio cuenta de que eran cuatro sacos.
—¿Qué… eran ellos?
No había movimiento en el saco. Gu Yundong miró alrededor y dudó un momento antes de avanzar para desatar la cuerda del saco. Entonces, vio una cabeza humana.
—Woah. —Gu Yundong dio un paso atrás repentinamente. Para ser honesta, si no hubiera experimentado muchas cosas y no tuviera una gran fortaleza mental, habría pensado que se trataba de un caso de asesinato y deshacerse de un cuerpo. Habría gritado de miedo y llamado a sus vecinos.
—¿Quién demonios lo dejó aquí?
Gu Yundong maldijo a quien lo hizo. Se calmó y avanzó nuevamente.
