El padre e hijo Yu se quedaron sin palabras.
—¿Eh?
—Tío Yu preguntó con incertidumbre —. Niña Gu, ¿quieres decir que es demasiado bueno para Xiao Jin golpear al tendero?
—No, lo que quiero decir es que es excelente que el Hermano Yu Jin no trabaje en esa tienda —respondió ella.
Todos se quedaron sin palabras.
Gu Yundong sonrió. —De hecho, incluso si esto no le hubiera ocurrido al Hermano Yu Jin hoy, le habría pedido que dejara su trabajo en la tienda. Había escuchado hace tiempo que su tendero es tacaño y no gana mucho dinero. El tendero no hace nada y solo sabe mandar a la gente. Cuanto mejor lo hace el Hermano Yu Jin, menos le gustan a los demás. ¿Cuántos años le llevaría destacarse en un lugar así? Por eso quiero invitar al Hermano Yu Jin, al Tío Yu y al Abuelo Yu a ayudar en mi tienda.
Los tres miembros de la familia Yu abrieron mucho los ojos y exclamaron:
—¿Tu tienda?
