Mo Xulin sintió que tal vez porque solía ser una chica de granja, su conocimiento era limitado y no era lo suficientemente buena apreciando las cosas buenas, por lo que no podía distinguir si los objetos que escogía eran buenos o malos.
Sin embargo, a ella no le importaba el dinero en absoluto. Estaba más interesada en cosas elegantes como libros, caligrafía y pinturas. Parecía que tenía una visión a largo plazo.
En el futuro, en cuanto entrara en contacto con más de estas cosas, definitivamente podría identificar las buenas y malas la próxima vez.
—Señorita, ¿ha terminado? —Gu Yundong asintió. Recordó que tenía alrededor de medio cofre de oro, plata y joyería en su almacenamiento espacial. Dijo satisfecha, —He terminado.
Mo Xulin suspiró aliviado. —¿Quisiera que la acompañara a la salida?
Pero Gu Yundong dijo, —Espera, quiero reunirme con el primogénito y el segundo joven maestro de la familia Xin.
Mo Xulin frunció el ceño. —Bueno…
—¿Es inconveniente?