—¿Me buscas? —preguntó Gu Yundong.
—Sí, ven conmigo al estudio.
Gu Yundong se levantó con sospechas y siguió a Qin Wenzheng.
Cuando llegó al estudio, lo vio sacar dos cartas. Una de ellas estaba abierta y la otra intacta.
—Esta es la respuesta del General Zhao. Vino de la capital. Dijo que tu padre sí le ayudó a capturar a los bandidos en aquel entonces, pero lamentablemente, fue transferido de vuelta a la capital más tarde. Originalmente quería llevar a tu padre con él, pero tu padre quería quedarse en la Prefectura Qing'an para buscarte, así que los dos tomaron caminos separados —dijo señalando la carta abierta Qin Wenzheng.
Aunque estaba mentalmente preparada, Gu Yundong todavía se sintió un poco decepcionada.
—Antes de que el General Zhao se fuera, le prestó a Gu Dajiang 30 taeles de plata, así que su vida no debería ser un problema. Sin embargo, desde que el General Zhao se fue, no ha vuelto a contactar a tu padre —dijo Qin Wenzheng.
