Al mencionar a la familia Shen, Ah Shu y Ah Mao se miraron el uno al otro.
Por supuesto, ya sabían cómo la señora Shen planeaba tratar con Gu Gang. Aunque sentían que no valía la pena, no había nada que pudieran hacer ya que la Señora Shen insistía en hacerlo.
—La Señorita Shen me ha pedido que la ayude mañana. Debe estar preparándose para cerrar la red —dijo Ah Shu.
Gu Yundong asintió:
—Ve allí temprano mañana.
Al día siguiente, Ah Shu fue de nuevo al pueblo Gu.
Últimamente, Gu Gang estaba muy frustrado. El pueblo Gu no estaba tranquilo porque habían ocurrido tantas cosas en la casa del Viejo Gu. Ah Shu, de quien siempre había pensado que podría extorsionar más dinero, siempre decía que consideraría la posibilidad de instalarse aquí o no.
Cada vez que pensaba que había esperanza, algo sucedía en la casa del Viejo Gu. Entonces, Ah Shu se marchaba. Esto se prolongaba día tras día.
