—Cuando Liu Wei vio cómo sus ojos se movían rápidamente, supo que definitivamente este tipo estaba tramando algo.
Y en efecto, al momento siguiente, escuchó a Tao Xing señalar a Gu Yundong y decir —Admito que este azúcar blanco es real. Pero nuestra apuesta era que tú pudieras hacer este azúcar blanco tan blanco como la nieve. ¿Puedes garantizar que realmente hiciste este azúcar blanco y no lo encontraste por ahí?
—Gu Yundong no esperaba que el fuego le quemara a ella. Miró a Liu Wei y asintió —Lo hice yo. ¿Quieres que jure?
—¿De qué sirve jurar? —Tao Xing resopló—. ¿Por qué no lo haces de nuevo delante de todos nosotros? Así, creeremos que tú creaste esta cosa.
—Gu Yundong estaba tan molesta que casi se rió. ¿Delante de todos? ¿Cómo podía decir eso?
Sin embargo, la gente alrededor no parecía importarle el alboroto y comenzaron a burlarse —Eso es, eso es. Hazlo de nuevo delante de todos para que podamos ver cómo se hizo este azúcar blanco.