—¿Realmente no te preocupa que otros digan que tienes una prima sirvienta? ¿No te preocupa que los aldeanos señalen con el dedo?
—Yo no fui quien te vendió. ¿De qué debería tener miedo? La familia Gao de este pueblo tiene una hija que fue a la ciudad prefectural a ser sirvienta. Y la familia Gao aún se siente orgullosa. ¿Quieres esforzarte y ser una sirvienta de primera clase más tarde para que yo pueda disfrutar de tu gloria?
—Tú... —Gu Xian'er se dio cuenta de que no solo Gu Yundong se había vuelto más audaz, sino que sus palabras también eran duras.
Ella no quería ser sirvienta para nada. Tenía que despertarse a una hora fija todos los días y lavar la ropa después de barrer el patio. Cualquiera podía ordenarle hacer cosas. Estaba tan ocupada todos los días que no tenía tiempo de descansar.
Ella también quería vivir en una casa grande y usar ropa nueva. Había visto que el material de la ropa de Gu Yundong de hoy era muy bueno.
