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Chapter 3 - verdades a medias

Olivia

La vi irse y ciertamente ni siquiera sabía que era lo que sentía, al final supongo que de alguna forma había decidido haceptar su repentino rechazo pues aunque sabía que había sido causado por algo externo si ella no quería contar con migo en ese momento tal vez era porque pensaba que estorbaría. y fuera cierto o no, esa había sido su decisión y no me representaba.

          Días antes de lo ocurrido

     Osisael

Encerio la amaba, Tamara era hermosa y aunque me miraba espantada ahí atada en la silla de mi sótano podía sentir que en algún momento lo entendería.

Aunque no supiera que era lo que buscaba en ella pues aunque yo mismo sabía que era lo que quería de ella realmente no sabía el verdadero motivo de mis impulsos pero en ese momento lo ignoraba y estaba bien.

— ¿Quieres algo de agua? — pregunté recargado en el marco de la puerta del sótano, iluminado por una tenue luz de un foco que colgaba sobre mi chica.

Ella negó con la cabeza pues su boca estaba cubierta con un trapo, sus manos atadas al respaldo de la silla y sus pies al suelo con cadenas que yo mismo había mandado a colocar y aún así después de los 20 minutos que se había tomado después de despertar para llorar y gritar aún le quedaba algo de energía para llevarme la contraria apesar de que sus labios se encontrarán resecos y su garganta rota de los gritos.

Pero como ya había dicho antes ese comportamiento me gustaba, Encerio quería saber que tan lejos llegarían para deshacerse de mi o para simplemente abrumarme.

Asentí ante su obstinación y camine hacia una esquina de aquel sótano semi oscuro donde había dejado previamente en una mesa que ya se encontraba en ese lugar, una jarra y un vaso. Suponiendo que después de desahogarse quedria un poco de agua.

— en este momento me gustaría que fueras totalmente sincera con migo Tamara — exclamé mientras ignoraba lo que me había dicho y le servía agua 

Voltie a mirarla. y sus ojos confundidos que ya buscaban los míos desde que me había visto en el marco de la puerta, me miraron, tratando de una forma desesperada descubrir porque no había aceptado su petición y seguramente porque estaba en ese lugar encerrada.

Mi única respuesta para aquellas preguntas que no podía oír fueron una tenue sonrisa que expresaba inocencia pero de esa que no se puede confiar.

— voy a darte agua — adveerti asercandome a ella he ignorando por completo como trataba de apartar su cuerpo atado en dirección opuesta al mío. en otro intento de controlar la situación que ya estaba a mi disposición — Tamara — dije estando ya a su lado — si la escupes — tome su rostro con mi mano libre y la obligue a mirarme — o no la tomas,  tendrás problemas

solté su cara y lleve mi mano así su nuca para desatar el trapo. Una vez que esté aflojo callo sobre su cuello y pecho quedándose estático ahí, Tamara agachó el rostro mientras respiraba asfixiada por la boca y evitaba mirarme.

Le permití un momento mientras sin que ella se diera cuenta tocaba su cabello alborotado con uno de mis dedos de la mano con la que no sostenía el agua, cuando porfin lo sintio volteo a verme con los ojos abiertos como platos a la espectativa de lo que fuera a pasar.

Mi toque dejo de ser ligero, recorrí con mi mano su cuello serca de la nuca y lo sostuve para evitar resistencia aunque al sentír la fuerza y comprender el motivo Tamara cerro y apretó la boca otra vez volviendo a retarme.

Alce una ceja en desacuerdo con su respuesta y con más firmeza tome su cuello.

                    Presente

—¿Que hacías en el sótano? — pregunto Amy al verme salir y cerrar la puerta del sótano.

— pensé que tardarias más, ¿Cómo te fue amor? — pregunté distrayendo la de su pregunta.

Ella me amaba y ciertamente era la única de todas mis musas que era totalmente mia sin necesidad de asesinarla pues ella hace mucho tiempo que se había entregado a mi en cuerpo y alma.

Amy desvío mi mirada y coloco unas bolsas con comida sobre la mesa del comedor antes de responderme he ignorar que no quería hablar sobre el sótano. — bien...— volvió a mirarme y sabía que realmente quería saber que era lo que estaba haciendo ahí abajo pero su amor o más bien el hecho de que quería confiar en mí la hicieron seguir callada — Emma acepto, tenías razón, hubiera hecho todo lo que le pudiéramos con tal de proteger a su padre.

Sonreí satisfecho y camine hacia ella sutilmente mientras guardaba las llaves del sótano en mi bolsillo.

— y Cres que logrará hacer que me contraten? — pregunté mientras tomaba su mano.

Ella asintió ilusionada y satisfecha de su trabajo — la hice prometer que te conseguiría el empleo le costará lo que le costará.

— aún así, si no es buena manipulando no logrará que me contraten ¿Porque la elegiste a ella? Te dije que eligieras a alguien más desembuelto y con algo de lo cual podríamos extorsionar.

Su rostro cambio a uno de molestia, soltó mi mano y escondió la suya escondió en uno de sus bolsillos.

— si, ya se eso osisael, pero lo que realmente quieres es a otra de tus mujeres ¿o me equivoco?

Gire los ojos y le di la espalda. que aunque fuera cierto lo que decía prefería que se mantuviera callada como cuando lo hizo con lo del sótano.

—si eso es lo que quieres pensar entonces está bien, cree lo que quieras creer, pero ya te lo había prometido, ya terminé de conseguirme musas al menos hasta que dejen de buscarme por lo de Tamara.

Amy asintió incrédula — mírame — pidió. Yo obedecí esperando que volviera a olvidar el tema pero cuando la mire ni siquiera pude describir la forma en la que me miraba — Emma lo Ara bien, ella es todo eso que pediste, es hermosa y determinada seguro convencerá al director de contratarte — se acercó y tomo con fuerza mi brazo en señal de advertencia, de la misma forma en que una madre toma a su hijo para regañarlo de una manera sutil frente a la gente — solo te pido que te alejes de Emma ¿Si? No me hagas lo mismo que hiciste con Tamara —  pero para su mala suerte aquí no había gente y quién regañaba era yo. tome su mano, con la misma fuerza con la que ella me había agarrado a mi y la retire lentamente advirtiéndole con el agarre y mi mirada que no cruzará el límite pues quien daba las órdenes era yo. Su rostro se suabiso al igual que la fuerza que tenía en la mano, disvio mi mirada y suspiro rendida — si sigues consiguiendote víctimas con familia ya no podré protegerte osisael,.

Solté su mano y tome con firmeza su mandíbula para que me mirara y no se confundiera de nuevo

— ya olvídalo Amy y ve a bañarte, si Emma es todo eso que dijiste mañana tendremos que estar temprano en la preparatoria y si no creo que ninguno de los dos saldrá de esta casa mañana.