El estruendo de la sirena de Tsunami se encendió por toda la ciudad, resonando como un espectro en medio del caos. Dado que la ciudad está situada en la costa y es vulnerable a terremotos y tsunamis, se activo el sistemas de alerta para advertencia.—¡Vamos, es la alerta de Tsunami! Debemos llegar al edificio de Daniel,—ordenó Blake, su mente rápidamente reaccionando, tener un pensamiento ágil bajo presión debía ser un rasgo de tener un padre rescatista. Este era el edificio alto más cercano, su única esperanza de sobrevivir ante la amenaza que se cernía ante ellos.Ben, ignorando el dolor de su pierna, y apoyado por Ethan se adelantó desesperadamente hacia la estructura incompleta. Al acercarse, giraron para ver una línea blanca en el horizonte, el tsunami avanzando con ferocidad hacia la ciudad. El pánico aumento cuando un enorme carguero fue arrastrado por la gran ola y se estrelló contra el puente Golden Gate, que se desplomó con un estruendo ensordecedor. Los coches volaron por el aire como juguetes, mientras la ola avanzaba, arrasando con todo a su paso.Ethan, con el rostro enrojecido por el esfuerzo, dejó caer a Ben al llegar a las escaleras de emergencia. Se apoyó contra la pared, respirando con dificultad. A pesar de su excelente condición física, cargar a un hombre de más de 90 kilogramos mientras corría durante varios minutos, esquivando obstáculos, casi lo había dejado sin aliento.—¡Sube, no te detengas! Los alcanzaré enseguida,— gritó a Ben, consciente de que él era quien ralentizaba al grupo. Ben asintió, tomó a Ollie de la mano y empezó a subir las escaleras. Blake miró a Ethan con preocupación, pero él le hizo un gesto para indicar que estaba bien. Recuperando un poco de aliento, ambos comenzaron a subir de nuevo, alcanzando rápidamente a Ben y Ollie.Subieron sin descanso, piso tras piso, hasta que de repente, Ethan se detuvo en seco. Blake, sin tiempo para reaccionar, chocó contra su espalda. Ethan extendió rápidamente el pie para frenar el impacto, evitando que ambos cayeran. Ante ellos, las escaleras habían sido destruidas por el terremoto, y los pasillos estaban bloqueados por escombros de hormigón armado.Sin otra opción, abrieron una puerta de emergencia y entraron al edificio. El pasillo estaba vacío, salvo por unos gruesos pilares de cemento en el medio. Ben, jadeaba, se desplomó en el suelo. La herida en su pierna había comenzado a sangrar de nuevo, manchando sus pantalones de sangre, por el esfuerzo, era evidente que necesita tratamiento de urgencia.—¿Qué es ese ruido?— preguntó Ollie, mirando hacia afuera con los ojos muy abiertos. Blake se acercó al muro de vidrio y vio cómo el agua del mar se precipitaba hacia ellos, derribando edificios y inundando las calles a su paso. —No estamos lo suficientemente altos. Debemos buscar refugio inmediatamente, sujétense de algo firme.— calculó rápidamente la altura del agua y, con los ojos llenos de pánico.Ethan tomó la mano de Blake con fuerza y la abrazo con fuerza detrás de uno de los pilares de concreto. Ben, tomo a su hermano pequeño Ollie, y se aferró a otro pilar. Todos se miraron, esperando lo inevitable.—Todo saldrá bien, yo te protegeré.— exclamo Ethan tratando de calmar a la mujer frente a el, ya que no dejaba de temblar.El rugido del agua se hizo ensordecedor mientras el edificio temblaba violentamente. Ethan sintió que su corazón latía con furia y apretó el pilar con más fuerza. Con un estruendo ensordecedor, el agua rompió el muro de vidrio, inundando el edificio con una fuerza imparable. Ben y Ollie fueron arrastrados por la corriente y, tras un breve pero desesperado esfuerzo, Ethan también fue arrastrado junto a Blake.Rodaron por el agua, golpeados por los escombros que pasaban a su lado. Blake desapareció de su vista mientras un coche se estrellaba contra Ethan, haciéndolo caer bajo la superficie, rápidamente luchó por subir a la superficie, nadando con todas sus fuerzas, ignorando el dolor de ser golpeado.—Ethan, aquí.— escuchó la voz ahogada de Blake. Gracias a la solidez de la pared de vidrio, la primera ola había perdido fuerza, permitiendo que Ethan emergiera y tomara una bocanada de aire. Rápidamente busco con la mirada a Blake siguiendo su voz, todos habían logrado llegar a una escalera de incendios al otro lado del edificio. Con el agua subiendo rápidamente, Ethan nadó hacia ellos.Gracias al agua pudieron subir a la esclera dos pisos más por la antes de detenerse, el agua aun no había llegado a ese piso por lo que podrían descansar. Abrieron una puerta de emergencia y se desplomaron en el suelo de cemento, exhaustos y heridos. Ethan sintió un dolor agudo en el muslo. Se quitó la chaqueta y, sin importarle la presencia de Blake, bajó un lado de sus pantalones para ver un hematoma en su pierna. Blake se acercó para ayudarlo a levantarse, pero Ethan, aunque respiraba con dificultad, decidió seguir adelante.—Estaré bien, aun puedo caminar.-Apoyado en Blake, caminó hasta los ventanales de vidrio. Ante ellos se extendía un vasto océano, con edificios altos que sobresalían como islas solitarias en medio del mar. El agua estaba llena de escombros, y la devastación era evidente.Ben, abrazo a Ollie con fuerza, observó la escena con temor. Si hubieran seguido a la multitud y abandonado la ciudad, el tsunami los habría asesinado sin piedad, daba gracias a dios poder haber sobrevivido.El piso en el que estaban había sido en su mayoría renovado, con suministros de oficina esparcidos por todas partes. Buscaron entre ellos, pero no encontraron nada útil. Sin saber cuánto tiempo tendrían que esperar para ser rescatados, decidieron descansar y recuperar fuerzas.Ollie dormía profundamente en los brazos de Ben. Ethan, apoyado contra un pilar, sacó un cigarrillo mojado y un walkie-talkie de su bolsillo. Apretó el cigarrillo, exprimiendo el agua, y luego intentó encender el radio, pero no pasó nada. Frustrado, lo arrojó a un lado, resignado a esperar.Blake, con el cabello empapado y temblando ligeramente, se sentó a su lado. Ethan sacó un trozo de chocolate que había guardado en su bolsillo, un recuerdo de una patrulla con Siobhan. A pesar de las circunstancias, lo ofreció a Blake, quien lo aceptó con una sonrisa.Blake partió el chocolate, lanzando un trozo a Ben y Ollie. Luego, sin dudarlo, rompió el pedazo restante en dos y ofreció uno a Ethan. Este intentó rechazarlo, pero Blake insistió, obligándolo a aceptar el dulce. Sin más opciones, Ethan lo masticó lentamente, sorprendido por el sabor.Todos cerraron lentamente los ojos, por ahora solo podian esperar. No había nada que pudiesen hacer, el radio no funcionaba y estaban atrapados. Rápidamente cayeron dormidos, desde el inicio del incidente no había tenido ni un momento para descansar.—¡Despierten! Vi a alguien manejando un bote allá afuera.— No pasó mucho tiempo antes de que Ollie gritara emocionado.Ethan permaneció despierto, alerta. Cuando los gritos de Ollie rompieron el silencio, rápidamente despertó a Blake con una bofetada. Afuera, en el agua, una pequeña lancha motora avanzaba lentamente, esquivando escombros.La lancha era conducida por un hombre calvo de mediana edad, corpulento, cuya apariencia intimidante hacía estremecer a cualquiera. A su lado, una mujer de cabello negro escrutaba el entorno como si estuviera buscando algo.—¡No puede ser! ¡Son mis padres!— exclamó Blake con incredulidad.La sorpresa la invadió por completo. No esperaba volver a ver a su familia, mucho menos en este escenario caótico. Las lágrimas llenaron sus ojos al comprender el esfuerzo que habían hecho por encontrarla, sabia que ellos gamas la abandonarían, pero el encontrarla en este caos si que era un milagro. Con ambas manos tapó su boca, tratando de contener la emoción, y golpeó el grueso cristal con entusiasmo, pero era inútil; el muro cortina no dejaba pasar el sonido y la distancia era demasiado grande.La lancha trazó un arco y comenzó a alejarse hacia el otro lado. Desesperada, Blake observó cómo la oportunidad de reunirse con su familia se desvanecía.Ethan tomo su arma pero dudo un segundo en usarla ya que si ocurria un accidnte ahora seria una tragedia, sintiendo la misma frustración, retrocedió unos pasos y luego, con toda la fuerza que pudo reunir, se lanzó contra el muro de cristal. Pero el impacto solo agravó sus heridas. De repente, Blake recordó algo. Con la esperanza resurgiendo, agarró a Ollie —Hoy en la tienda de electrónica, recuerdo que tomaste un puntero láser, ¿verdad?.-Ollie, que había estado abatido, se animó de inmediato. Se quitó una cuerda que llevaba al cuello y sacó un puntero láser negro de su ropa. Blake lo tomó, respiró hondo y activó el interruptor. Un rayo de luz verde atravesó el cristal y alcanzó la lancha. Mientras su mano temblaba, el rayo láser se deslizó sobre la embarcación, llamando la atención de sus padres.—Porfavor mírenlo.—, murmuró Ollie.Proto los Ray y Emma los padres de Blake vieron el laser giraron para ver los grandes ventanales del edificio en ruinas, pudieron ver a su hija con varios jóvenes, sentían como si su alma volvía a su cuerpo al ver a su hija viva, después de todo ya habían perdido a una hija.Blake, al ver que la lancha giraba de vuelta, saltó sobre Ethan, rodeando su cintura con sus largas piernas mientras agitaba los brazos hacia sus padres. La expresión de Ethan cambió al sentir la presión, sujetó sus muslos firmemente con ambas manos, respirando hondo para contener el dolor. Blake, sonrojada, le sacó la lengua antes de tratar de zafarse tímidamente.En medio de la celebración, el edificio se sacudió violentamente, tirándolos al suelo. El edificio comenzó a hundirse y el nivel del agua subió rápidamente afuera. En poco tiempo, el agua alcanzó los dos o tres metros, en el piso donde se encontraban.Antes de que pudieran reaccionar, el muro de vidrio cedió con un fuerte estallido, y el agua del mar irrumpió con fuerza. Blake fue arrastrada por la corriente, y el nivel del agua en el suelo comenzó a subir rápidamente. Ollie pasó flotando junto a Ethan, chapoteando desesperadamente.Ethan, con rapidez, agarró a Ollie y lo empujó hacia la escalera de incendios. Ben también nadaba presa del pánico, pero Blake no estaba por ningún lado."Ustedes suban primero, yo iré por a Blake", ordenó Ethan.El agua ya había sumergido la puerta contra incendios, por lo que Ethan contuvo la respiración y se sumergió en busca de Blake. Ben quería ayudar, pero al ver las lágrimas de Ollie, decidió priorizar su seguridad y lo levantó para correr por las escaleras.Ethan buscó bajo el agua sin éxito, emergiendo para tomar aire. De repente, escuchó un golpe en la distancia y nadó rápidamente hacia el sonido. Blake estaba atrapada en un cubículo de oficina, golpeando desesperadamente el cristal. Al ver a Ethan, sus ojos se iluminaron, dejando de golpear para mirarlo con sorpresa.Ethan se lanzó contra el cristal, creando una serie de salpicaduras que no lograron mover el grueso vidrio templado. Blake negó con la cabeza y, señalando bajo el agua, le indicó que la siguiera.Ambos se sumergieron. Los escombros que obstruían la puerta del cubículo estaban firmemente atascados, impidiendo que Blake escapara. Juntos, comenzaron a empujar y tirar hasta que los escombros se aflojaron lentamente.De repente, Ethan sintió una palmada en los pies, asustándolo lo suficiente como para casi perder el aliento. Al voltear, vio a un hombre calvo nadando hacia ellos. Blake, al reconocerlo, hizo un gesto para que todos salieran a la superficie.El agua estaba peligrosamente cerca del techo. Ethan presionó su rostro contra el techo, respirando con dificultad mientras el agua salpicaba sus oídos. El hombre calvo golpeó el cristal varias veces, pero Ethan lo empujó hacia atrás.—El vidrio no se puede romper. Lo intentamos y la puerta estaba atascada. Tenemos que mover los escombros.— explicó Ethan.El hombre asintió y, tras una señal de Blake, volvieron a sumergirse. Esta vez, con la fuerza combinada de los dos hombres, los escombros finalmente cedieron. Blake nadó hacia la libertad, moviéndose con la gracia de una sirena.Ethan agitó las manos para que los dos lo siguieran y nadó hacia la escalera de incendios. Finalmente, emergieron a la superficie. Blake y su padre también salieron tras él, respirando aire fresco con avidez.—Blake, Ethan, ¿están bien?— se escuchó el grito de sorpresa de Ollie desde la puerta de incendios.—Sí, estamos bien, y mi papá también está aquí.— respondió Blake.El agua les llegaba a la cintura. Lucharon por salir del agua, moviéndose hacia la puerta. Ben se acercó con Ollie en brazos, quien se arrojó a los brazos de Blake, aún con lágrimas en el rostro.—Pensé que nunca te volvería a ver.— sollozó Ollie.—No te preocupes, estoy bien.— respondió Blake, abrazándolo con fuerza y sonriendo felizmente.—El edificio continúa derrumbándose. Aún no estamos a salvo. Tenemos que salir de aquí.—Pero Ethan, notando cómo el edificio seguía crujido y el nivel del agua subía, interrumpió la celebración. —¡Cuidado!— grito el padre de Blake gritó una advertencia, guiándolos hacia un lado. Con un fuerte estruendo, la lancha atravesó el ventanal de vidrio, abriéndose paso hacia ellos.—¡Rápido, suban!— ordenó Emma la madre de Blake.Todos se apresuraron a subir al bote. Tras girar, se alejaron rápidamente por el espacio recién creado, antes de que fuese cubierta por el agua.Dos días después.Ethan estaba parado en la ladera de una colina, con un abrigo cubriendo su espalda, mirando el centro de San Francisco desde la distancia. El agua del mar había comenzado a retroceder lentamente, y numerosos botes grandes y pequeños navegaban hacia el interior, buscando supervivientes.Contemplando la puesta de sol, tiró la colilla de cigarro que tenia en la mano y volvió cojeando hacia la tienda. Una ráfaga de brisa marina aprovechó para entrar tras de el, provocándole un escalofrío. Blake, que lo observaba al entrar, se cubrió rápidamente con la colcha, protegiendo su cuerpo. La brisa se termino al cerrar la cremallera de la tienda de campaña,—¿Regresarás a Pensilvania mañana.?—preguntó Blake, quitándose la férula del muslo con desgana.—Sí, tu padre me ayudó a conseguir un vuelo a través de sus conexiones.— respondió Ethan.Blake no perdió tiempo. Con una sonrisa traviesa, lo empujó suavemente sobre el colchón inflable, dejando claro que aún quedaba tiempo para una última despedida. — Entonces tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda juntos.—lake, quitándose lentamente la férula de su muslo, observó a Ethan con ojos que brillaban con deseo. A pesar de las circunstancias, la atracción que sentían el uno por el otro era innegable, y en ese momento, nada más importaba. La cercanía en la tienda, la intimidad del espacio reducido, intensificaba cada uno de sus movimientos y miradas.Ethan se acercó a Blake, sus manos recorriendo suavemente la suave piel. Ella dejó escapar un suspiro cuando los dedos de Ethan se deslizaron por su muslo, provocando un estremecimiento que recorrió todo su cuerpo. La tensión acumulada estalló cuando Blake se inclinó hacia adelante y atrapó los labios de Ethan en un beso profundo y apasionado.El beso se intensificó rápidamente, sus manos explorando cada rincón del cuerpo del otro, con la desesperación de aquellos que han estado conteniendo su deseo durante demasiado tiempo. Los dedos de Blake se deslizaron por la espalda de Ethan, tirando de su camiseta para quitársela. Él respondió con la misma urgencia, desabrochando lentamente los botones de la camisa de Blake, revelando su piel suave y cálida, dejando sus grandes pechos expuestos frente a el.Los dos cayeron sobre el colchón inflable, sus cuerpos enredados en una maraña de pasión. Blake se dejó llevar por el momento, moviéndose sensualmente sobre Ethan mientras sus labios recorrían su cuello, dejando un rastro de besos ardientes.Ethan, sujetando las caderas de Blake con fuerza, la guió mientras ella se deslizaba sobre él, ambos jadeando con placer mientras sus cuerpos se movían al unísono. Los suspiros y gemidos llenaron la tienda, susurros ahogados de deseo mientras se entregaban el uno al otro.La intensidad del momento creció, el deseo compartido empujándolos al borde. Blake arqueó la espalda, aferrándose a Ethan mientras ambos alcanzaban el clímax juntos, sus cuerpos temblando con una mezcla de satisfacción y alivio.Con los corazones aún latiendo con fuerza, Blake se dejó caer sobre el pecho de Ethan, jadeando mientras trataba de recuperar el aliento. Ethan la envolvió en sus brazos, sosteniéndola cerca mientras la calma llenaba la tienda. El mundo exterior, con sus peligros y caos, se desvaneció momentáneamente, dejándolos en ese pequeño oasis de intimidad y conexión—Promete que iras a verme a la Universidad cuando tengas tiempo. —Es una promesa. — comento mientras acariciaba el cabello de Blake. Ella sonrió, exhausta pero satisfecha, acurrucándose contra él.Por un momento, el tiempo pareció detenerse mientras disfrutaban de la calidez del otro, sabiendo que, aunque el mundo exterior los llamaba, en ese instante, estaban exactamente donde querían estar en ese momento.