Chereads / Reencarnación Errada / Chapter 69 - Asalto a la mansión IX

Chapter 69 - Asalto a la mansión IX

Todos los presentes se habían quedado quietos. Todo lo que podían hacer era observar en silencio a la niña de cabello plateado. Jalren, Mostrug, Igroxith, Brozgathan y Aris habían llegado a un entendimiento: no iban a salir vivos de este lugar. La niña de cabello plateado miraba en otra dirección; no los estaba mirando a ellos. A simple vista, parecía que había bajado la guardia. Pero ellos sabían que, aunque bajara la guardia, nadie se atrevería a atacarla. Y la razón de esto era simple: sus cuerpos no les respondían correctamente. Ellos habían visto que la niña pareció haberle hablado al vacío, pero ellos sabían mejor que nadie que no había nada en ese lugar. La niña pronto rompió el silencio.

"¿Quieres luchar contra mí?", preguntó la niña de cabello plateado al vacío. Parecía estar hablándole a alguien. Todos los presentes pensaron que se había vuelto loca, pero la realidad era muy diferente. No pasó mucho tiempo y una voz se pudo escuchar en toda la zona. Esa voz les envió escalofríos por todo el cuerpo a los presentes.

"Kukukuku. Eres una niña de lo más interesante. Tú debes ser la variable que va a destruir este mundo tarde o temprano", dijo la voz en un tono juguetón.

"Tú interferiste con mi autoridad para salvar la vida de esos individuos. Tus acciones son una declaración de guerra. Contesta la pregunta que te he hecho", la niña de cabello plateado estaba exigiendo una respuesta a la pregunta que había formulado.

"¿No quiero luchar contra ti, pero ese de ahí, Aris, es mi amigo y no puedo dejar que lo mates. Si lo dejas ir, te prometo que no interferiré. ¿Qué te parece?", dijo la voz.

La extraña voz, que provenía de la nada, se podía escuchar en todo lugar. Aris sabía a quién pertenecía esa voz. Sin lugar a dudas, se trataba de Gardolak. Él sabía que, si Gardolak había venido en su rescate, podrían salir vivos de este lugar. Pero, para mala suerte de ellos, habló la niña de cabello plateado.

"Tu interferencia no va a cambiar nada. Todos ellos morirán. Tú no puedes derrotarme en este reino; como mucho, puedes lastimarme, pero es imposible que pierda. Si bien no puedo matarte, tú tampoco puedes matarme, y además, tengo la ventaja en esta situación. Tú utilizaste tu propia autoridad para deshacer la mía; eso causó que mi autoridad se deshiciera y se expandiera por todo el reino como una ola. Solo imagínate lo que pasará si un dragón detecta mi autoridad y decide venir a ver qué está ocurriendo". La declaración de la niña dejó en silencio a Gardolak. Él no quería llamar la atención. Él había intentado suprimir la autoridad de la niña, pero calculó mal la cantidad de energía que tenía acumulada. Y eso causó que la autoridad de la niña se hiciera pedazos y se esparciera por todo el área. Si, por pura casualidad, un dragón sintiera la energía, sin lugar a dudas se animaría y entraría en la pelea, ya fuera por diversión o por problemas personales.

"¿Parece que conoces a la raza de los dragones?", preguntó la voz.

"Ya fue suficiente de charlas innecesarias. Intenta protegerlos nuevamente, si te atreves", respondió la niña.

"Kukukuku, qué terca. Lástima que no seas tan comprensiva como aquel chico de cabello blanco y ojos azules. Ciertamente, es una lástima tener que matarte en este lugar", dijo la voz.

Todos estaban presenciando el intercambio entre la niña de cabello plateado y aquella voz que había aparecido de repente y que se podía escuchar en toda la zona, comentó la niña de cabello plateado al vacío.

"Veamos si eres capaz de interferir con un despliegue completo de mi autoridad", dijo la niña.

Después de que la niña de cabello plateado dijera esas palabras, apareció una energía imponente en el cuerpo de la niña. Era una energía colosal. El cuerpo de la niña parecía no resistir todo su maná, así que se había comenzado a filtrar hacia el exterior. El mundo temblaba de forma incontrolable; el espacio se deformaba debido a la tremenda cantidad de maná que estaba irradiando aquella niña. Y nuevamente, la pequeña soltó un susurro apenas audible:

"Mundo del mentiroso".

Pero ella no fue la única que soltó esas palabras; también se pudo escuchar cómo Gardolak había soltado su propio poder al mismo tiempo:

"Mundo del mentiroso".

Después de que se escucharon esas palabras, todos los presentes pudieron ver cómo el mundo se había vuelto completamente blanco por unos instantes antes de cambiar a negro. El mundo no paraba de cambiar de color; se alternaba entre blanco y negro. Ya no se podían ver las paredes del lugar en el que estaban ni el techo. Todos los que quedaron atrapados dentro de este extraño fenómeno, que no dejaba de cambiar, quienes quedaron atrapados pudieron sentir cómo dos energías colosales parecían estar disputándose el dominio del lugar. No pasó mucho tiempo hasta que finalmente se pudo escuchar la voz de aquella niña:

"Vas a tener que esforzarte más si quieres superarme", dijo la niña mientras parecía estar aumentando su energía.

"Pequeña, no te trates de pasar de lista o voy a tener que enseñarte una lección. No estoy seguro cómo lo hiciste, pero sin lugar a dudas estás utilizando algo similar a mi autoridad", dijo mientras aumentaba el control de su propio poder.

Las personas que habían quedado atrapadas en medio de estos poderes pudieron notar que sus cuerpos habían empezado a quemarse por el exceso de energía que había en la zona. Por desgracia, no podían utilizar ninguna clase de poder desde que fueron atrapados en este lugar. Todo lo que podían hacer era sentir esas energías gigantescas y quemarse rápidamente con la energía residual que los estaba golpeando. La niña de cabello plateado había desplegado una barrera alrededor de Naida y Keijo. Esa barrera era lo suficientemente poderosa como para resistir la presión que estaba siendo ejercida por esas dos entidades. Por el contrario, los cinco individuos invasores habían comenzado a quemarse sin poder hacer nada para evitarlo. Incluso Jalren, que tenía los poderes defensivos más fuertes, se estaba convirtiendo en cenizas lentamente.

"Oye, espera un momento. Solo me estás superando porque estoy demasiado lejos", dijo Gardolak.

"Y eso a mí qué me importa. Tú eres quien no quiere salir de esa biblioteca. No es mi culpa que creyeras que podías derrotarme solo utilizando una parte de tu poder", respondió la niña.

Gardolak pudo sentirlo. Después de unos minutos de lucha, se dio cuenta de que estaba siendo superado en cuanto a cantidad de energía se refería. El control que él tenía sobre su autoridad era mayor que el de esa niña, pero, por desgracia, él se encontraba muy lejos, por lo que no podía utilizar todo su poder. Y si dejaba de utilizar su autoridad, sin lugar a dudas mataría fácilmente a Aris. Era imposible que él pudiera resistirse a la autoridad de 'Mundo del mentiroso'. Él había cometido un error; subestimó por completo a esa niña. Pensó que la podría superar fácilmente. Al darse cuenta de su error, pensó rápidamente en una forma de remediarlo.

"Ya sé. ¿Qué te parece si lo dejamos en un empate?", propuso Gardolak.

"No", respondió la niña.

"Deberías de aceptar. Si seguimos ejerciendo nuestros poderes, no quedará nada ahí afuera. Nuestras energías serán como veneno para todos los habitantes de tu reino. En estos momentos se deben de estar asfixiando con nuestra energía todos los seres vivos que se encuentran cerca, dado que ambos hicimos que nuestras autoridades chocaran, no se completó el traslado a otra dimensión. En pocas palabras, aún nos encontramos en nuestra dimensión original. Las consecuencias para este mundo serán graves y llamaremos mucho la atención si seguimos haciendo esto", explicó Gardolak.

"No me importa. Ya dije que eliminaría a todos los invasores. No puedo dejar ir a personas que pueden regresar en un futuro a intentar tomar mi vida. Es una estupidez dejarlos marchar", declaró la niña de cabello plateado y ojos verdes. Una vez que terminó de hablar, aumentó aún más la energía que estaba saliendo de su cuerpo. Después de que aumentara dicha energía, se pudieron ver pequeñas grietas que se empezaban a extender por todo el cuerpo de la pequeña niña. Estaba más que claro que ya había tocado varias veces su límite.

"Parece que solo es cuestión de tiempo para que mueras. Te has excedido; tienes más energía de la que puedes controlar", dijo la voz.

"No importa si me convierto en cenizas por el exceso de energía; esos invasores morirán sí o sí", dijo mientras seguía aumentando la energía. Se podían ver cómo las grietas se extendían rápidamente; cubrían piernas, brazos y partes del rostro. Todo su cuerpo parecía estarse quebrando.

"Lo siento, Aris. Sé que viniste a rescatarme, pero todo parece indicar que no podré ayudarte. Cometí un pequeño error de cálculo. La historia hubiese sido diferente si me hubiese movilizado con mi cuerpo real", Gardolak se estaba disculpando con su amigo, ya que sabía que no podría salvarlo. Estaba en una mala situación y no podía emplear todo su poder. Todo lo que podía hacer era despedirse de su amigo.

"No te preocupes; solo será cuestión de tiempo para que nos volvamos a encontrar", declaró Aris. Esas fueron sus últimas palabras.

Después de esas últimas palabras que había soltado Aris, la niña de cabello plateado y ojos verdes aumentó drásticamente su energía. Su cuerpo se convirtió en algo que parecía ser una especie de estatua, y al mismo tiempo el mundo en el que se encontraban finalmente había adquirido un color completamente blanco. En un instante, el fragmento de Gardolak fue atacado y reprimido por la autoridad del 'Mundo del mentiroso', haciéndolo regresar a su lugar de origen. Al mismo tiempo que esto pasaba, las cinco figuras fueron completamente convertidas en cenizas por la energía residual que había quedado dispersa por todo el espacio. Jalren, Mostrug, Igroxith, Brozgathan y Aris fueron eliminados con éxito por aquel extraordinario poder. Los únicos que habían sobrevivido a toda esta catástrofe fueron Naida y Keijo, que después de unos segundos habían regresado al mundo real. La barrera que los había protegido había desaparecido, y la barrera que había sido creada por su señora también se había ido. La mansión en la que habían estado ya no se podía ver por ningún lugar. Todo lo que quedaba a su alrededor era un terreno baldío lleno de tierra. La destrucción se podía ver por todas partes; la atmósfera estaba caliente y el maná de la atmósfera había aumentado de forma muy radical. Sin lugar a dudas, toda la zona se había convertido en un lugar no habitable. Si se quedaban en este lugar, se envenenarían por el exceso de maná.

Related Books

Popular novel hashtag