"Bienvenidos a la Aerolínea central de Star Proud, ¿En qué puedo ayudarlos caballeros?"
Aquellos sujetos se manifestaban en la cabeza de todos cada que pestañeaban, por primera vez en todo el viaje sintieron el verdadero peligro al que estaban sometidos, la presencia que emanaban esos Dark Souls era completamente aplastadora y básicamente la campana fue lo que los salvó de un resultado catastrófico.
–Ne-necesitamos, un vuelo hacia Kazetial, lo más pronto posible.
La pequeña Paulette se encontraba registrando todo lo sucedido en su pequeño diario de color rosa pastel, y mientras tocaba su labio con su plumón blanco de forma pensativa, un olor putrefacto llegó a su nariz de forma inesperada.
–Iuk, ¡¿Qué es ese olor?! –rápidamente cubrió su nariz– ¡Acaso ustedes no lo huelen!
En ese instante Spring se acercó al oído de la chica de cabello rojizo y exclamó de forma susurrante:
"Señorita Paulette... ¿No te da mala impresión la recepcionista de ahí? Tiene su cara llena de grapas."
Paulette centró la mirada en ella, pero no encontró nada fuera de lo común, afirmando que quizás solo eran piercing ya que los mayores siempre buscan llamar la atención, pero el chico no se tragaba ese argumento.
"Aquí tiene señor, le invito a tomar asiento hasta que le haga el llamado correspondiente y tenga un buen día"
Gerald tomó los pasajes y se dirigieron a los asientos más cercanos, pero Spring estaba bastante escéptico ante lo que podría pasar y no despegó la mirada de la mujer, cuando de pronto pudo notó como su oreja izquierda se desprendía de ella.
–¡Su oreja! ¡Se cayó la oreja de esa chica!
Comet, confundido por la actitud tan exagerada del pequeño Spring volteó a ver qué era lo que sucedía, y al hacerlo solo vio como la recepcionista lo despedía de forma muy amable.
–Lo único que veo es que tiene un estilo bastante llamativo.
Spring golpeó su cara con decepción y trató de guardar la calma, tratando de convencerse así mismo que solo eran imaginaciones suyas por la intervención de aquellos que gobiernan desde las sombras.
–Vaya, este aeropuerto está reventando de gente –afirmó Paulette mientras observaba con mucha sorpresa como el bullicio de la gente se unía al ambiente de forma bochornosa.
–Pues obvio genio, estamos a vísperas de la Comeoestasis, es normal que todo el mundo esté viajando –reprochó Comet en un torno burlesco.
Entre la infantil discusión de ambos, Spring se acercó inocentemente y preguntó:
"¿Que es una Comeoestasis?"
Ambos guardaron silencio y observaron fijamente al realmente confundido Spring.
–Eh... ¡De verdad nunca has visto una Comeoestasis? –Murmullo el ojeroso de forma un tanto recriminarte.
Paulette golpeó discretamente al ignorante y le comunicó que pese a que Spring en algún momento pudo haber visto dicho acontecimiento actualmente eso sería en vano ya que actualmente no recuerda gran parte de su vida.
–Ahh entonces de verdad no tienes ninguna idea JA, JA, JA –Paulette bastante enojada solo pasó su mano por todo el rostro, soportando la impertinencia del gorro cónico
"La gran Comeoestasis, es un evento increíble que sucede cada once años, en el cual desde el cielo nocturno pude divisarse la explosión de un planeta enano cuyos restos se esparcen como brillantes cometas en el cielo que, gracias a la gran distancia que hay entre ese planeta y nosotros dichos cometas parecen congelados en el tiempo, dejándonos esa ¡INCREIBLE EXPERIENCA ASTRONOMICA!"
Todos los presentes se quedaron sin palabras ante la descripción tan detallada que brindo Comet al respecto, incluso Gerald que estaba tratando de dormir un rato, levantó la mirada con impresión y la gente de los alrededores lo miró atentamente.
–Ahh, No entiendo nada –respondió Spring, torciendo las cejas con aun más confusión mientras rascó su cabeza.
–No te preocupes mocoso, si tenemos suerte llegaremos a Kazetial a tiempo para ver la Comeoestasis, mientras primero concentrémonos en tan siquiera llegar allá.
En ese momento un melodioso sonido resonó por el lugar previo al llamado de los pasajeros del vuelo 66-6. Rápidamente levantaron su equipaje y se dirigieron a la cabina, en dónde los recibió la misma chica de las grapas en la cara.
–¡Gracias por preferirnos, esperamos verlos para futuros vuelos! –agarró los pasajes y entraron al avión, pero extrañamente eran los únicos que ingresaban.
–Señorita... ¿Por qué somos los únicos en abordar al avión?
–Todos los que fueron llamados ya ingresaron hace un tiempo, ustedes tardaron demasiado.
Definitivamente algo andaba mal, apenas los habían llamado, pero justo cuando Spring estuvo a punto de aclararlo, Comet le jaló del brazo y lo llevó dentro. Spring volteó hacia la chica mientras se alejaba y lo último que vio fue como su brazo se desprendía de su torso y lo miraba fijamente con una sonrisa macabra mientras sus ojos se encogían hasta dejar las cuencas completamente vacías.
THE ADVENTURE OF SPRING
Capítulo 10: "Muerte en el Aire"
"Ahora que lo pienso ¿Cómo hiciste para comprar los pasajes si no tienes los pasaportes de los niños?"
–Créeme que en Grand Tree hacen un montón de cosas ilegales como falsificar documentos y eso es lo que por lo menos nos ayuda a no tener que viajar en carruaje por todo el continente.
Gerald comenzó a guardar las pocas maletas que llevaron con ellos y Spring muy enojado por la poca importancia que le han dado a sus palabras, se paró en medio los asientos con pasajeros dormidos y exclamó:
–¡ACABO DE VER COMO SE LE CAYÓ UN BRAZO A ESA MUJER! ¡¿NO SE DAN CUENTA QUE ALGO MALO ESTA PASANDO AQUÍ?!
Gerald se acercó al oído de Comet y le susurró discretamente:
–Realmente se lo ve asustado. ¿No será que de verdad vio algo de lo que debamos preocuparnos?
–¿Sabes lo que creo yo? –dejó de susurrar y se lo reclamó en la cara a Spring– Que esta nena tiene miedo a los aviones.
Lo levantó y lo cargó en el hombro sin dejarlo huir y Spring comenzó a gritar y patalear, pero nada hizo que Comet lo soltase.
–Como que ya estas grandecito para hacernos perder el tiempo ¿No lo crees?
Al llegar a sus asientos tiró bruscamente a Spring y lo amarró con su cinturón de seguridad. Y a su lado se sentó Paulette.
–¡TIENEN QUE ESCUCHARME POR UNA VEZ EN SUS VIDAS!
Armstrong solo se burló de él haciendo muecas y caminó hacia el asiento de atrás con Jennifer y ella se sentó en él asiento contra la ventana.
–¿Seguro que tú te harás cargo de la niña? El asiento de aquí también está desocupado.
–No te preocupes anciano, ya has hecho demasiado, yo la protegeré, tu ve y descansa de una buena vez.
Gerald asintió y se sentó solo con el codo arrimado a la ventana observó la pista de despegue. Cuando de pronto recordó que llevaba en su chaqueta el libro que había comprado días atrás.
–Nunca había viajado en un avión –exclamó algo temerosa al ver la ventana del avión.
–¿Primera vez? ¿Debes estar algo nerviosa no es así? Cuando era pequeño solía viajar muchas veces aquí, pero cuando pise una maquina como estas por primera vez, sentía mucho miedo de lo que podría pasar.
–¿Y cómo hiciste para dejar de tenerle miedo?
–¿Yo? Pues hasta ahora le temo a las alturas –Al oír esto Jennifer bajó la mirada algo decepcionada– Pero ¿sirve de algo temerle a algo que no nos hace nada? ¿Sientes dolor? Para nada, una vez estemos en el aire te vas a acostumbrar a que lo que no te mata, te hace más fuerte.
Por otro lado, Gerald se puso a rebuscar en su libro algo de información que pudiese ayudarlo, busco página tras página hasta llegar a un artículo que llamó mucho su atención. Aquel era uno centrado en esos sujetos...
Los Dark Souls
"Un secreto a voces es, o tan solo una teoría de conspiración, que es aquello que nos oculta el gobierno, no, a quienes nos quieren ocultar, a aquellos que controlan todo desde las sombras, criaturas oscuras erróneamente confundidas con demonios viven y sirven a desastre y el caos, sembrando miedo en aquellos que viven y callan, teniendo como único fin causar agonía. ¡¡¡HUYE!!! Huye de aquel lugar en el que cualquier mínima cosa que parece estar fuera de lugar, porque es allí, donde aquellos monstruos de la servidumbre obran y traen a la muerte en carnada"
El avión despegó y al cerrar el libro de golpe, sus pupilas se movieron hacia diferentes direcciones cuando recordó la extraña actitud de Spring ante diferentes cosas antes de subir al vuelo... ¡Y si no estaba loco! Fue lo primero que se le vino a la cabeza, todo estaba muy callado, todos los pasajeros permanecían dormidos y no había rastro de ninguna azafata ofreciendo su cordial servicio, definitivamente algo andaba mal
"Grapas"
Exclamó una voz desde la parte y trasera, y ese era Spring, muy atemorizado viendo hacia todos lados.
–¡Por qué diablos todos tienen grapas en su cuerpo! ¡TODOS!
Gerald no notaba aquello que tanto asustaba al niño, pero al refregar sus ojos varias veces, su vista se distorsionaba hasta que llegó a la realidad y no solo su percepción de la vista cambio si no que la de su olfato también, llegando a notar el olor putrefacto del lugar.
Alterado se levantó y notó que él avión se notaba muy desgastado, los asientos rotos y rasgados, las ventanas mohosas y amarillentas, el metal sucio y oxidado y cinturones de seguridad rotos, finalmente, Gerald Stronger entró a la realidad.
"...Y cuando Kon trató de levantarse, el espíritu le rocío un montón de ectoplasma apestoso encima JA, JA, JA, JA el hedor no se le quitó ni en un mes."
Jennifer gozaba de las divertidas y emocionantes anécdotas de Armstrong, pero esa carita toda sonriente se esfumó cuando notó que había dos sujetos extraños parados detrás de él.
–Y hablando de hedor... ¿Qué es lo que apesta tanto? –volteó y notó a estos sujetos que permanecían semi tambaleantes frente a él, sin hacer o decir nada, como si estuvieran "sonámbulos"
–Señor Comet... Creo que son malas personas...
–Nah, no te preocupes niña, parece que ciertas personas sufren de sonambulismo, no vez que hasta llevan puesto sus antifaces para dormir, como todos los de este avión...
Se quedó pensando por un momento, realmente todo parecía muy raro y como espiritista tenía un mal presentimiento, pero cuando vio a Gerald tirado en medio del suelo bastante demacrado, lo entendió todo.
–¡Para atrás bastardos! –los empujó y finalmente Comet dejó de estar bajo el efecto de la ilusión, viendo finalmente la apariencia real de los pasajeros.
Aquellos eran dos hombres cuya piel se desprendía con facilidad dejando a relucir parte del esqueleto como si solo fueran un papel tapiz sobre el hueso, las cuencas de sus ojos permanecían vacías, pero desde una de ellas caía uno de sus globos oculares.
"Oye... ¿Por qué tu ojo es tan pequeño como una canica?
Uno de los muertos trató de atacar a Armstrong mientras el otro iba tras Jennifer, pero al instante, este manifestó su navaja y con un solo corte, partió a ambos por la mitad. Pero esto fue como rasgar un siempre cascaron vacío, no hubo sangre, no hubo nada orgánico que saliera de ellos más que el ojo, que cuando cayó al suelo junto con el cuerpo muerto, desapareció en la nada.
–Eso fue, demasiado fácil, creí que al menos serían contrincantes más complicados –desvaneció su navaja y sacudió sus manos antes de voltearse y ver que Jennifer estuviera bien.
Gerald, con uno de sus ojos colgando de su cuenca y la piel llena de sarpullidos, pudo ver como su camarada bajaba la guardia mientras uno de los no vivos se arrastraba o hacía él. Quería gritar y advertirle, pero se había quedado sin voz y su otro ojo también se salió de su lugar.
Spring y Paulette estaban en las mismas condiciones que él, puesto que cuando Gerald fue atacado, ambos salieron en su defensa, teniendo el mismo y trágico destino. Solo que los pequeños, no soportaron el dolor y cayeron inconscientes en sus propios asientos, mientras su piel se desprendía y sus órganos se reducían.
"Ahora quédate aquí niña, parece que el viejo no pudo contra dos sacos de huesos, Ja, jaa..."
En lugar de uñas, los dedos de aquellos muertos llevaban grapas de metal que se incrustaron en la pantorrilla derecha de Comet una vez el cadáver empuñara fuerte mente esta parte del cuerpo del espiritista.
Apenas se sintió como un piquete y cuando bajo la mirada vio a este ente putrefacto y acabó con su nulo descanso eterno, volviendo polvo su cabeza con un simple pisotón.
–Maldita sea, seguro esta miseria dejará cicatriz –sobó su herida y mancho su mano con una sangre que ya se había coagulado– Ay, creo que necesito ingerir más canela...
Caminando hacia el leñador de las barbas cortas, comenzó a sentir una fuerte punzada en el cerebro y toda la mitad derecha de su cuerpo se durmió, provocando que perdiera el equilibrio y cayera de frente al suelo sucio y pegajoso.
«Por qué... ¿Por qué no puedo moverme?»
–Por que tu cerebro se está encogiendo, gracias a mí.
–¿Otro muerto? También te volveré polvo como al resto.
Al igual que los demás muertos, este sujeto tenía el cuerpo lleno de grapas, sobre todo su mandíbula que incluso parecía ser sostenida con estas, pero no tenía dientes e incluso sus labios parecían estar formados por costras duras que se habían convertido en su propia piel, sobre sus ojos habían dos cortes verticales que permanecían grapados, quitándole toda posibilidad de abrir los ojos, pero pese a su horrible apariencia su cabello era hermoso, tenía un puro y perfecto color durazno que le daba brillo a su piel un tanto oscura, pero sobre este, sobresalía un cuerno en cuya punta levitaba una pequeña esfera oscura.
–Yo no soy como ellos, ellos son como yo, así como lo serán ustedes dentro de poco –pateó su estómago de una forma no tan brusca, pero esto fue suficiente como para que vomitara sangre– Es hora de irnos chicos –chasqueo los dedos y gran parte de los muertos se levantaron de sus asientos y fueron tras Jennifer.
–¿Hola? ¿Señor, me escucha? Si señor soy yo Víctor Adamas miembro del décimo escuadrón de los Dark Souls división C, me reporto para informarle que el contenedor ya fue recuperado, y los enemigos neutralizados –se comunicó a través de un viejo intercomunicador.
Mientras hablaba, caminó hacia la puerta del avión y uno de sus peones le entregó el cuerpo inconsciente de la niña y este lo cargó en su hombro, listo para abrir la puerta y lanzarse del avión.
–Entendido oh Lord supremo del nuevo orden mundial, ahora mismo me dirigió hacia usted con la clave para el inicio de su gran holocausto.
En el momento que Víctor cortó la llamada con su gran líder, una gran navaja atravesó su cuerpo sin que este se diera cuenta.
–Entonces tu si sangras, monstruo –detrás de él estaba Comet, pero no de la forma recurrente.
–Puedo sentir tu esencia, más no tu presencia... ¿Quién mierda eres? –exclamó y la sangre no dejó de chorrear de esa boca que siempre permanecía abierta.
–Digamos que, soy alguien que trabaja mucho con espíritus –Víctor trató de agarrar la palanca de emergencia que estaba a un costado de la puerta, pero al instante Comet reviró la cuchilla dentro de la herida, haciendo que sufra aún más dolor –Ahora tu y yo vamos a hablar de ese tal lord supremo.
Comet presionó la punta del arma aún más profundo que incluso atravesó no solo su cuerpo, si no la puerta de la gran ave de hierro.
–Je, je, je, Los estás matando...
–¿Qué dijiste? ¡Habla más alto! –Aquel hombre de las grapas viró lentamente la mirada hacia atrás, con una gran sonrisa de sangre.
–Mientras más tiempo me quede en este avión, tus amigos están más cerca de solo quedar como cuerpos vacíos, sus órganos se reducirán hasta quedar como simples átomos, JA, JA, JA, JAA...
Comet al instante volteo hacia Gerald y los demás y sus ojos colgaban de sus cuencas pendiendo de unos hilos casi invisibles y todo parecía que su cuerpo colapsaba debido a la desesperación que emitían sus movimientos al 'presionar su pecho y estómago.
–Quizás ahora esté vulnerable ante su habilidad, pero eso nunca me impedirá que cumpla con la misión que me encargo mi general.
Comet estaba algo distraído debido al profundo pensamiento del que hacer para evitar tal nefasto desenlace, pero esta oportunidad fue aprovechada por Víctor, quien sin pensarlo dos veces jaló la palanca de emergencias y aquella puerta de hierro salió dispara.
–Nos volveremos a ver, espiritista de cuarta
Víctor se lanzó del avión llenado aquella naja incrustada en su pecho y todo el interior del vehículo aéreo se volvió un caos sin control, incluso el cuerpo inconsciente de Jennifer fue absorbida por la fuerte presión de la atmosfera.
Comet trato de agarrarla de la pierna, pero esto fue en vano, ella ya había sido tragada por el exterior, pese a que su habilidad no era de largo alcance el fantasma salió del avión tras la caída del contenedor, pero esto fue en vano, pese a que quería avanzar era jalado por unas cadenas invisibles que lo ataban a su cuerpo y al avión en movimiento.
El tiempo que le quedaba a su forma espectral se había acabado y su alma había regresado a su debido cuerpo, levantándose con una fuerte resaca, pero completamente sano e intacto luego de haberse alejado de aquel que encoje tu interior.
"No, no, no... Esto no puede estar pasando"
Con dificultad comenzó a arrastrarse dentro de la fuerte presión en el interior de la maquina mientras esta perdía el control en el aire, pero pese a todo se arrastro hacia la puerta del avión con la única intención de tirarse hacia Jennifer.
Pero sus ojos brillaron ante la luz del sol naciente detrás de ella y todo el caos se detuvo, ¿Quién era la mujer que sostenía al pesado avión desde el marco de la puerta con una sola mano? ¿Y por qué con su otro brazo cargaba a Jennifer?
Ella era una mujer joven cuyos cabellos marrones irradiaban una intensa aura verde que al mismo tiempo resplandecían en el iris de sus ojos y los rayos verdes marcados en sus mejillas reflejaba el rostro esperanzado de aquel espiritista que había fallado.
–Esa mirada... No puede ser de nadie más que tú, ¿Verdad? Liriam...
Ella solo respondió con una sonrisa pícara y burlona.
–Tiempo sin vernos... Arthur.
Capítulo 10 - FIN