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Chapter 4 - Las leyendas comienzan a cobrar vida.

Mystical destroyers

¿Me estás diciendo que eres un licántropo y que provienes de un lugar llamado Takamagahara, en los cielos? ¿Además, afirmas que un rey te invocó a ti y a un grupo de criaturas de diversas mitologías para enfrentar al rey de los monstruos y a su esposa e hijos psicópatas, quienes desean eliminar a los humanos para conquistar el cielo?

Licáon: Así es, aunque no conozco la verdadera razón por la cual desean exterminar a los humanos, pues no tienen relación alguna con el Takamagahara.

La niña, en un estado de confusión, considera que se encuentra atrapada en una pesadilla y comienza a correr.

¡Espera, niña! No te vayas, es peligroso aquí.

No, esto debe ser un mal sueño y deseo despertarme.

En ese instante, surge otro león que se apodera de la niña y la devora de manera brutal.

¡Licaón, noooooo!

Delicioso, estaba realmente muy buena, aunque un poco prematura, jajaja.

Maldito, Licaón, con sus garras hiere al león justo en el tórax.

Con intensa frustración, comienza a desollar al león. Era tan solo una niña y, tras desmembrarlo, se arrodilla para lamentar su pérdida. En ese instante, una mano delicada y bien perfilada posa suavemente sobre su hombro, y una voz hermosa pero firme le dice:

Ya no llores, no fue tu culpa.

Licaón : Eudora, reconozco que fue mi responsabilidad; debí haberla protegido de manera más efectiva.

Una de las Híades de la lluvia hace su aparición.

La ninfa Eudora.

Nota: Las Híades son las cinco 'ninfas hacedoras de lluvia', o al menos así se les conoce.

No es momento de lamentarse; debemos actuar y buscar justicia

Tienes razón, ellos lo van a pagar.

Eudora: Me alegra escuchar eso. Ollé, Haniel, ¿ya has localizado la ubicación del león de Nemea?

En ese instante, desciende del cielo una radiante figura angelical y femenina, colmada de gracia, que es la Serafina Haniel quien le responde.

Así es, querida Eudora. El león se encuentra a unos 37 km al noroeste de Pretoria, en Ga-Rankuwa, en la cima de un gran edificio.

Nos encontramos en espera; es momento de enfrentar al león y resolver esta situación de una vez por todas. Los guerreros se dirigen en busca del león de Nemea.

La Serafina surcando los cielos a gran velocidad.

La ciudad se encuentra afectada por la presencia de esos animales nocivos; es momento de llevar a cabo un proceso de purificación para restablecer el bienestar urbano.

Sostiene firmemente la primera cuenta de su camándula.

Haniel: Es momento de purificar todo lo maligno.

Serás bendecido en la ciudad.

Bendecido serás en el campo.

Benditos serán el fruto de tus entrañas,

el fruto de tu tierra, las crías de tu ganado,

las terneras de tus rebaños y

las crías de tus rebaños.

Bendita será tu cesta

y bendita tu trébede.

Bendito serás al salir

y bendito al entrar.

En ese momento, una lluvia de cuchillos llenos de fuego divino comenzó a caer del cielo, generando una devastación masiva sobre la ciudad.

El ataque de Haniel ha provocado la desaparición del 50% del ejército de leones.

Eudora: Muy bien, la hermosa Haniel nos ha abierto el camino para dirigirnos directamente hacia el León de Nemea.

Licaón: Mmm, sí, ella es increíble y realmente hermosa, especialmente porque tiene los senos más grandes que he visto en todos mis milenios de vida.

Eudora, visiblemente enfadada, le da una bofetada al licántropo.

Eudora: ¡Licaón! ¡Ten un poco de respeto! Eres un grosero.

Lamento si mi sinceridad ha sido interpretada como descortesía.

Asumamos un enfoque serio.

Muy bien.

Pasemos al siguiente capítulo: La coalición de leones de Mapogo.